Presentan en Compostela una variada oferta de técnicas meditativas
26 de Febrero de 2015. Santiago de Compostela
Pedro Puialto
1. Sat Nam Rasayan: De Vallecas al Multiusos
Mariano Borrego es de Vallecas y no hace falta que lo jure. Alto y flaco, con su porte quijotesco me pareció clavado a Undabarrena, otro ilustre filósofo vallecano que conocí en la mili y que por no vestirse dormía con el uniforme puesto, botas incluidas. Como él, desprende ese aire entre pasota y nihilista con un toque de incontestable sabiduría popular y esa especie de humor “castellano manchego” puesto de moda por la “Muchachada Nui”.

Toño y Mariano
En una jornada teórico-práctica en el Multiusos Fontes do Sar presentó junto a Toño González, el responsable de las clases de yoga y similares en el popular centro deportivo compostelano, el próximo inicio de un curso de Sat Nam Rasayan, una técnica meditativa para la sanación. Durante las tres horas que pasamos allí un domingo por la mañana nos enteramos un poco de que iba y practicamos junto con la pareja que nos tocó en suerte, variando los roles de sanador y paciente, una especie de concentración conjunta que constituye la esencia de la cosa y que a mí me resultó muy agradable, sobre todo porque en mi papel de paciente permanecí en dulce relajación, tumbado con la cabeza entre los acogedores muslos de una hospitalaria mujer.
Le pregunté a Mariano que diferenciaba esta meditación de la Vipassana, y después de salmodiar sardónico como cualquier politiquillo de la casta el latiguillo de que le alegraba la pregunta, manifestó con rotundidad que la Vipassana es muy dura y supone enfrentarse con uno mismo, mientras que la Sat Nam Rasayan facilita el asunto al poner a otro por el medio y que le había conquistado desde el primer momento ya que, dijo, esta técnica no requiere hacer absolutamente nada, lo que para él, afirmó con retranca, constituye el verdadero Nirvana. Como decimos, todo muy vallecano.
A Toño González, el responsable local, le planteé otro par de cuestiones que aclaran muy bien de qué va todo:
-Tiene está técnica algo que ver con el Reiki?
“No, no tiene nada que ver. El Reiki canaliza la energía Ki del universo a través del practicante que se convierte en un canal para esa energía asumiendo así los beneficios y los perjuicios que eso pueda tener. En el Sat Nam Rasayan no hay ningún intercambio energético con el posible evento, no transmitimos energía del universo, ni la nuestra. Lo único que hay es un espacio de conciencia y en ese espacio neutral ocurren los cambios. En la física cuántica dicen que cuando haces una medida de algo esa medida puede verse afectada por la consciencia del que observa y el Sat Nam Rasayan va por ahí. La formación enseña a llegar a ese espacio de consciencia neutral que puede ser común a otras técnicas meditativas pero con la ventaja de que esta permite llegar a ese espacio de manera más fácil ya que el mapa o plano es simple y está muy claro evitándose así la necesidad de tanto tiempo u otras condiciones especiales que requieren otras técnicas. No hace mucho, hablando con un amigo que tiene una práctica meditativa seria e intensa me decía que le costaba entender como un practicante de Sat Nam Rasayan se movía con tanta relativa facilidad en estados meditativos. “
-¿La técnica siempre se desarrolla con otra persona?
“El Sat Nam Rasayan se aprende con otra persona pero después de que conoces el mecanismo y tuviste la experiencia de cómo es llegar y estar en ese espacio de conocimiento ya no necesitas a nadie. Lo que ocurre es que Sat Nam Rasayan tiene ese componente de Karma Yoga de servicio a los demás, servicio que hacemos desde la compasión. Imagínate como sería el mundo si todos nos moviésemos desde la compasión. De alguna forma, cuando ayudas a alguien también te llega a ti el beneficio de esa ayuda, no sabría decirte cómo pues a cada uno le llega a su manera, pero si puedo asegurarte que pasa así. Puedo hablarte de mi experiencia. Yo normalmente no atiendo a la gente para hacer curaciones pero sí uso el Sat Nam Rasayan en las clases para crear un ambiente o para saber cómo va funcionando lo que estoy enseñando. También lo uso en las sesiones de sonido que hago con los gongs y los cuencos. Y cuando voy al dentista se lo hago a él para que tenga buena mano conmigo. Resumiendo : para aprender Sat Nam Rasayan necesitas de alguien. Para practicar puedes hacerlo con alguien o en solitario.”
Pues eso. El curso consta de 10 sesiones mensuales de 5 horas cada una. Nada: una bagatela si es que realmente funciona. Ahí es nada curarse sin tener que hacer colas en la Seguridad Social.
Toda la info sobre el curso que se impartirá en Santiago está en la página de Toño: http://www.yogaensantiago.com/
Para saber más sobre esta técnica de sanación basada en la meditación: http://satnam-rasayan.es/
2.- Meditación Budista tibetana:“Okey”?
La librería Aenea de Santiago, más allá de vender libros, se esfuerza por responder a lo que pregona en su eslogan: “un espacio cultural generador de salud y bienestar”. De esta forma, allí van teniendo lugar múltiples actividades de esas que se dan en llamar “alternativas”. El otro día fui a la presentación de un curso de meditación que se desarrolla en la misma librería.
El presentador también venía de Madrid y con un cierto look de ejecutivo moderno (casual chic) acentuaba esa imagen yanqui con el continuo latiguillo de “okey” para subrayar sus aseveraciones. Le acompañaba Óscar, el responsable en Santiago.
En este caso, el curso es de meditación tibetana y está organizado por la Rigpa http://www.rigpa.es/ que señala su carácter práctico y occidentalizado con proposiciones tales como cursos “on line”, “aprende a meditar en diez pasos” o su slogan y título de web “lo que la meditación realmente es” ( whatmeditationreallyis.com) que de esta manera sutil intenta transmitir exclusividad frente a la competencia.
El método es el de Sogyal Rimpoché, el autor del bestseller “El libro tibetano de la vida y la muerte” y en este video da una visión sobre su idea de la meditación que resume con rotundidad en la lapidaria frase “Ser consciente”:
Por su parte, el madrileño de la presentación abundó en el mantra de su colega vallecano del Multiusos afirmando que “Meditar es dejar de hacer, okey?”dando a entender así el aspecto fácil y asequible del método.
Tampoco esta vez pude resistirme a hacer mi pregunta favorita, la diferencia entre esta técnica y la Vipassana ya que esta es la que conozco, y el representante de Rigpa afirmó que su técnica se distingue por ser “una forma natural y espaciosa de conectar la esencia de la mente”. También, para el vecino del Foro lo que caracteriza a esta forma de meditación es “el humor”, sin que especificara de que clase, pero ahí quedó eso.
Con humor o sin él, el instructor nos hizo una breve demostración y permanecimosdurante unos minutos sentados en la silla, erguidos y con los ojos cerrados y, fuere por la efectividad del método o porque venía de ventilarme un cocidito reglamentario bien regado con un grupo de amiguetes, el caso es que me sentí la mar de bien.
El curso se desarrolla semanalmente en la librería Aenea todos los miércoles de 19 a 20.30 horas.
3.- Vipassana, un camino “heavy”
Cada mes aproximadamente se viene organizando una sesión de meditación Vipassana en Santiago de una mañana y, cada tres o cuatro, en Roxos de un día completo. Pero para acudir a estas ya no es tan fácil como con las anteriores. Previamente hay que hacer un curso de 10 días en un régimen realmente espartano, levantándose a la 04 h. (¡si, a las cuatro de la mañana!) y permaneciendo todo el tiempo en silencio enclaustrado en uno de los dos centros de meditación que esta organización tiene en España (Ávila y Cataluña). Pasada la prueba, el meditador se considera iniciado (“old student”) y ya puede participar en estas sesiones periódicas que organizan los antiguos alumnos por todo el mundo.
Este es un método de meditación considerado duro, pero por lo mismo se puede pensar que efectivo. Claro que no siempre dureza y eficacia van unidas, pero para valorar esto no hay nada como la experiencia de cada cual. Lejos ya de nosotroscrueles sentencias populares como “parirás con dolor” o “la letra con sangre entra” está claro que el ascetismo no es para todo el mundo ni tiene valores absolutos en sí mismo. Pero eso, “la experiencia, madre de las ciencias todas”, como decía nuestro señor Don Quijote, es la que aportará al interesado su valoración definitiva.
Yo, alumno de las clases de yoga de Victoria Girón, a fuerza de oír hablar de la tal Vipassana no tuve más remedio que probarla para por lo menos saber de qué hablaban y ahora, ya investido como “old student”, no solo acudo con placer a esas sesiones mensuales sino que tras realizar mi curso de iniciación de 10 días en octubre pasado me dispongo a acudir a otro esta próxima Semana Santa, algo que hace unos meses, cuando sonreía escéptico y con expresión de suficiencia cuando oía a los veteranos meditadores, nunca me hubiera imaginado.
Aquí tenéis información sobre la meditación Vipassana:
http://www.es.dhamma.org/index.php?id=969&L=4